top of page

El tiempo

Juliana Montes

El tiempo, qué conflicto tan grande con él, tanto que da y tanto que quita a la vez. El tiempo, un otorgador de vida y de muerte, ¿lo ves?

Pertenecer

Juliana Montes

Pertenecer y no pertenecer, somos un salto entre ambos sentires, hacemos parte de todo y nada a la vez, estamos sin estar, somos sin ser.

Miedo

Maria P. Londoño

¿Me habré tomado la selfie? Lo último que recuerdo es notar al mismo hombre acercarse más y más en cada fotografía, y después...

Compañía

Susana Soler

Cuando todos se van apago las luces, cierro las puertas y camino por los pisos. Aunque me gusta la noche, este no es el trabajo que hubiera querido; sin embargo, al final del recorrido, no me siento tan vacío. Porque siempre, a pesar de que las cámaras estén en blanco y negro, la veo: la mujer que amo en el mismo pasillo. Es lo único bueno de ser celador, hace que no me sienta tan solo.

Adiós

Sebastián Quintero

A la luz de la luna, el gato subía al tejado para no volver. Por años le había dado felicidad a su dueño, quien ahora yacía en el suelo. 

Me dio alegría verlo llegar y a él le dará alegría verme partir.

Orejas

Daniela Moncada

Pierdo mis audífonos.

Los dejo abandonados en el taxi que me regresa a casa después de besarte por última vez. 

Dos duelos: Ya no hay nada que abrigue mis orejas mientras me distrae del agobiante pensamiento de que ya no hay nadie que me las acaricie mientras el amor nos hace.

Rabia

Camilo Osorio Orozco

El lápiz se desliza por la página en blanco, el estudio está lleno de papeles arrugados regados por el suelo. No me gusta su expresión. El modelo se queda firme al otro lado de la libreta, otra página cae al suelo. 

Todo sería tan fácil si su último gesto no hubiera sido de terror cuando la bala atravesó su cien.

Vino y beso

Alejandra Velandia

Cortaré su vena y tomaré un poco del lugar donde le daba un beso para recordarle vivo. Venganza sana por sentirme usada. Si usted podía dibujar mi cuerpo en la libreta de dibujos que compartía con sus demonios, ¿por qué no puedo matarle cuando cierro mis ojos? Prometo abrirlos y besarle de nuevo. No tenga miedo.

Inspiración

Susana Soler Vargas

Se vio a sí misma en el reflejo del agua. Su piel pálida y quebrada permitía notar el paso de los años. - Tuve una buena vida - pensó - Inspiré cuentos y poemas, canciones y novelas - Finalmente, al atardecer, la rosa se marchitó.

¡Plop!

Daniela Moncada

Masticar, masticar, envolver en la lengua, encajar en la punta, soplar, ver una burbuja estallar, lamer la comisura de los labios limpiando los restos y volver a empezar. Soñaba ser diminuta, capaz de bailar dentro de esa bomba de chicle que hacían sus labios para coquetear conmigo, para que me fijara en su boca mientras jugaba a no quererme.

 

Una delgada y viscosa burbuja de chicle rosa protegiéndome del mundo fuera de sus labios. ¿Qué tan pequeña debía volverme para ocupar ese lugar? Deseaba ser un instante, durar lo que la goma resistiera, lo que la fuerza de su soplo alcanzara a reventar.

Reflejo

Susana Soler Vargas

Al ver su reflejo sonrió. No podía creerlo, los fantasmas no pueden verse en el espejo. Esta vez la posesión había funcionado.

Cronos

Jean López

El egoísmo lo llevó a comenzar un camino sin fin

La crueldad lo hizo un monstruo

el temor lo hizo esclavo de su egoísmo

La senda de los destinados a repudiar su destino

bottom of page