Podía escuchar su respiración agitada, podía ver su pánico, tenía miedo, se veía en su mirada, no podía parar de llorar y mirándolo con mucha furia, miedo y dolor; él sonrió, tan lindo, comprensivo e indefenso que era difícil de entender que era el causante de aquellas emociones.
El amor de aquella historia que les voy a contar inició como una historia romántica, así como todas, pero con el tiempo fue volviéndose muy enfermiza e infortunada para ella. Lo que él le decía era que ella se lo tenía merecido, con eso se excusaba.
La conoció, aproximadamente unos tres años atrás, por unos amigos en común, a él le pareció Mariana muy linda, inteligente, pasiva, generosa. Le llamó mucho la atención. En cambio, a Mariana, Bastián le pareció alguien muy irritable, egocéntrico, soberbio e imprudente. Desde ahí empezaron a conocerse, empezaron a dialogar tímidamente.
Luego, ya con más confianza, Bastián sintió una atracción muy fuerte hacia Mariana, por su cuerpo, por su forma de ser, por sus ojos, ella tenía algo en especial que lo logró flechar desde esa primera vez. Él se propuso como objetivo conquistarla. Empezó a visitarla frecuentemente, le llevaba regalos, la invitaba a salir. Pero lo que él no sabía era que ella solo lo veía como un simple amigo, y no sabía cómo decírselo, esto se podría convertir en un problema para ella. Con el paso del tiempo, Bastián creyó haber logrado su objetivo, le hizo la propuesta de ser novios.
Mariana estaba demasiado confundida y sentía mucha presión por parte de él, ya que quería una respuesta, para no herirlo, le dijo: Sí.
Se veían todos los días, sin embargo, es necesario aclarar que los finales felices, solo se ven en cuentos de hadas; cuando todo iba perfectamente, eso creyó él, ella empezó alejarse, él no entendía las razones por la que ella estaba tan distante, así que decidió preguntarle:
- ¿Qué te pasa?
- ¡Quiero enfocarme más en mi misma y cumplir mi sueño de ser modelo y me salió un trabajo!
- ¿De verdad? -preguntó entusiasmado.
- Es en serio, no modelo tan mal, pero lo puedo reforzar allí – decía con mucho orgullo.
- Bien, a mí me gustaría ser pintor y cuando lo logre quiero que tú seas mi modelo, ¿aceptarías? -preguntó.
- ¡Claro que sí! - lo abrazó entusiasmada.
A ella la contrataron para una portada de una revista muy importante, pero tenía que estar tiempo completo, así, que tendría que viajar hasta que diera fin este contrato, ella en aquel trabajo tendría muy poco tiempo para sus redes y por ahí se comunicaba con Bastián, ya no podría brindarle la atención que a él tanto le gustaba, porque se tendría que enfocar en su trabajo.
Ella en sus tiempos libres en ocasiones le mentía para no salir con él, también estaba cansada de esta relación, no sentía nada por él, solo reconocía que era una buena persona.
En su trabajo le empezó a atraer un compañero llamado Andrés, él sabía que ella tenía pareja, pero no le importó, Mariana sabía que eso estaba muy mal que podría lastimar a Bastián, ella decidió terminar con él alegando que el trabajo no le dejaba tiempo para él.
A Bastián le pareció muy raro, así que decidió irse a buscarla, quería conocer los verdaderos motivos, averiguó donde trabaja, con quiénes, a qué horas salía, donde estaba viviendo y que hacía en sus tiempos libres.
Mariana mientras tanto seguía en su trabajo, enfocada por destacarse en ser la mejor. Ella no tenía ni idea de lo que estaba haciendo Bastián. Una tarde que Mariana salió temprano de su trabajo, Andrés la invitó a un café, ella muy entusiasmada aceptó. Cuando Bastián fue a preguntar por ella en su trabajo le dijeron que se había ido con su compañero Andrés.
Desde ese momento Andrés se convirtió en otro objetivo para Bastián.
Supo que Andrés era un hombre muy dedicado, que tenía muchos estudios, era un hombre que ganaba muchísimo dinero y además que tendría un romance con su ex, a él le dieron muchísimos celos y siguió.
Al siguiente día Bastián, sabía que a Mariana no le tocaba trabajar, así que la llamó:
-Hola Mariana, ¿cómo estás?
- Hola Bastián, muy bien ¿y tú?
- bien, te llamaba para decirte que estoy en tu ciudad para ver si podríamos salir tengo cosas que contarte.
- No, Bastián, hoy no puedo estaré ocupada, lo siento mucho
- Entiendo – decía él con mucha rabia –¿Pero podríamos dejarlo para este fin y…?
- No te prometo nada, estaré muy ocupada- le interrumpió.
- Cuando pueda entonces le dijo y colgó.
Bastián ese día en la noche salió a dar una vuelta, vio a la misma Mariana con Andrés en un restaurante muy elegante en una situación que le confirmaba todas sus sospechas y todo lo que le habrían contado.
Al siguiente día Bastián se consiguió la dirección del apartamento de Andrés y le mandó una corona de flores que decía que si no se separaba lo más rápido posible de Mariana terminaría siendo su muñeco.
Andrés se alejó de Mariana y ella no sabía los motivos, cuando Mariana iba para su casa, Bastián la cogió de forma muy brusca, le vendo los ojos y la llevó a su casa .
Cuando llegaron a casa la encerró en un cuarto y la amarró, la dejó por días sin comer nada, le decía que si no era de él no era de nadie, Mariana respondió a esto le dijo.
- No eres nadie para decirme con quien tengo que estar.
Le dio tanta rabia que la agarró fuertemente de su cuello hasta dejarla sin vida.
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Mariana Díaz Valencia
Redacción I
Comunicación Social - Periodismo
Universidad del Quindío
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